"El mundo no se hizo en el tiempo, sino con el tiempo"

San Agustín

miércoles, 19 de diciembre de 2012

Crónica de una Antología anunciada: Leyendas de la Caverna Profunda

Todo comenzó sin mucho pensar, hablando con un amigo. Y su respuesta me animó a seguir planteándolo a otras personas. En una semana ya había casi una docena de participantes ( ¡y de qué clase!) que se habían comprometido.
¡Qué subidón!

Pero aun no sabía dónde me había metido...

Faltaba recibir los relatos, y estar pendiente de ellos, documentos de compromisos, maquetación, formatos digitales, ponerme en contacto con la plataforma solidaria (que fue más difícil de los que pensaba en un principio), idem con el ilustrador y comentarle las ideas del dibujo, (además de tratar de convencerle, que tampoco fue fácil...), etc, etc.
Lo mejor y más fácil se trató de la recepción de los relatos y la calidad: con este elenco de escritores no me ha defraudado ninguno (espero que yo a ellos tampoco...). Y es que las ganas y la motivación es lo más importante en un proyecto. Sé de gente que ha sacado tiempo de donde no había para inventar un relato especialmente para la causa, de escritores cuyas miras no son los relatos fantásticos y que han hecho el esfuerzo de crear algo de este estilo, de un ilustrador (Enrique) ocupadísimo que, sin embargo, ha perdido alguna que otra hora de sueño para llevar a cabo un gran trabajo...

A todos y cada uno los autores les agradezco su esfuerzo y ganas: a Montse, que siempre me ha apoyado, a Blanca y Marta, que sacaron ideas para un estilo que no trabajan pero que esta vez hicieron y estupendamente, a Teo que extrajo un tiempo precioso entre sus miles de compromisos laborales, a Blas que igualmente lo hizo y encima me aconsejó en varios asuntos importantes, a María por su simpatía que encandila y por su interés y buen hacer, a J.J , siempre dispuesto y buen compañero, que cambió sin rechistar un relato por otro por un problema "técnico", a Jesús que también construyó una historia en los pocos ratos de tiempo libre de que disfrutaba, a Daniel que desde el principio mostró mucho interés en acabar un argumento que le rondaba por la cabeza desde hacía tiempo, a Anika que también encontró un hueco para organizarse en sus cientos de historias y familia, a Ana que me sorprendió con un bonito y original relato y no dudó en colaborar para la causa solidaria, a Francisco que me dio miles de consejos que todavía estoy madurando y digiriendo, a Álvaro que me hizo sufrir hasta el final y envió uno de los textos más "complejos" y sugeridos de la antología ( y al que el tiempo entre actuaciones teatrales no le sobra precisamente), a Ramón Muñoz que se me ha dado a conocer gratamente en el mundo de las letras, a Ramón Alcaraz, profesor y consejero al que admiro por su trayectoria y buenas clases, a Alberto, amigo y compañero de tertulias que cada día escribe mejor y al que auguro un futuro inmejorable en las letras, y a Javier, mi gran apoyo y base desde el primer instante en que le hablé del proyecto, con unos consejos constantes hasta el mismo día del nacimiento de la "criatura" (y al que debemos la puesta en escena final del presente cartel  publicitario)
También quiero agradecer a Armando Rodera que, aunque no participó con texto, sí lo hizo en espíritu y ánimos, que no es poco.
Y a todos ellos, los escritores, gracias por todo el esfuerzo en confiar en alguien al que muchos solo conoceis de foros y mensajes, sin más trato que el digital. Para que luego digan que internet es algo frío y que cada uno va a a lo suyo. Una buena causa siempre une, lo digo ahora, y por experiencia.

Un saludo a todos y a por el siguiente reto.

martes, 4 de diciembre de 2012

El espejo rampante- una crónica.

Vino, vio y venció.
Así lo resumiría yo.
Se preparó con tiempo y pausa, pensado y maquinado, sin dejar nada al azar aunque pareciese lo contrario. La falsa desorganización lo resolvió todo como debía ser, un alegato de desahogo en estos tiempo que corren. Convulsos y malditos tiempos en que la palabra "crisis" se ha profanado, siendo refugio de aprovechados que han hecho de ella su "agosto", empeorando si cabe, el vivir de la gente normal de la calle.
Se trató de una reunión de gente que quiso explayarse contra la crisis de la mejor manera que sabía: leer sus escritos, o escritos de alguien que ellos consideraban merecedor de ello. Y todo "contra" la crisis y la situación actual. Y fue genial. Espontaneo y grácil, nada pesado, mantuvo a su aceptable público, desde el más erudito al más cazurro, todos tenían cabida en el evento, pues todos lo entendían al más mínimo detalle, clavados en su sitio. Y los participantes, de la localidad y alrededores, salían uno tras otro con los más diversos textos. Ahí estaba la gracia, señores, ahí estuvo.

Eventos tales son raros de hallar, y cuando se encuentran bien planificados como fue el caso, merece la pena asistir a algo tan fuera de lo común. Y con una copita en la mano mejor que mejor.  Si encima lo aderezamos con una estupenda música en directo (sí, como leen, en directo riguroso) que acompañaba el recital, las quejas a la situación actual, cuentos de la actualidad, de problemas sociales variados, una rebelde poesía, transgresores disonancias, un canto a la libertad que revuelve el corazón y despierta la mente, etc, etc, todo ello lo convirtió en el acontecimiento ideal para una época convulsa como la presente.
Enhorabuena a los participantes, a los que se atrevieron a demostrar que, con la palabra, también se puede salir de la crisis. Pero, sobre todo, a la idea y al creador, uno más entre todos, aunque especial por llevar a cabo lo que muy pocos se atreven.
Felicidades, Álibe.

http://demarco.blogia.com/2012/112601-el-espejo-rampante.php